Skip to main content

Mientras me preparaba para escribir este artículo, me llegó un recuerdo de mi infancia. Recuerdo haber visitado a parientes y haber visto en una de sus paredes una placa o marco con tres simples palabras en ellos, “Dios es Amor”. Hablemos bíblicamente sobre esta hermosa frase.

Una búsqueda rápida en línea muestra que hay más de 31000 versículos en la Biblia. Casi 8000 de ellos están en el Nuevo Testamento. “Dios es amor” se encuentra sólo dos veces en toda la Biblia, escritos por el mismo escritor, en el mismo capítulo, y sólo tiene unas pocas líneas en el medio. Algunas versiones bíblicas incluyen esas tres palabras como título o etiqueta para esa sección de las Escrituras. Sí, estamos hablando de 1 Juan 4, versículos 8 y 16.

“El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor … Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él [todo énfasis añadido, MR]”

1 Juan 4:8, 16, RVR1960.

Estas líneas y todas las líneas escritas por el apóstol Juan en esta carta fueron escritas a Cristianos, a aquellos que escucharon predicar el Evangelio de Jesucristo, y lo obedecieron (véase Marcos 16:15-16; Hechos 2:37-47). Es tan importante tener esto en cuenta mientras leemos esta carta, ya que no fue escrita a un público universal (como si lo hace el Evangelio que él escribió).

Cuando leemos los versículos intermedios, leemos cómo Dios manifestó Su amor hacia la humanidad ya que “envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él” (1 Juan 4:9). Está claramente dicho que no se trata de que digamos que amamos a Dios, o que pensemos que lo amamos, sino de lo mucho que Él nos ama (1 Juan 4:10). También podemos ver claramente lo importante que son los destinatarios de esta carta para el escritor, ya que constantemente se refiere a ellos como “Amados” (5 veces en toda la carta, dos veces en esta sección). Por lo tanto, esta sección de la carta está escrita por un Cristiano que ama a sus hermanos y quiere, mediante revelación divina, hacerles saber acerca de lo que el amor cristiano es.

Dios amó, ama y siempre amará Su creación. Envió a Su Hijo unigénito a morir en la cruz para darnos esperanza y una manera de reconciliarnos con Él. Este es un amor sacrificial (ágape). Debemos amar a nuestros hermanos de la misma manera. No se trata sólo de decir “te amo”. No se trata de dar regalos ni de tener una cena romántica. Se trata de estar dispuestos a darnos a nosotros mismos para ayudar a nuestros hermanos en necesidad, tal como lo hizo nuestro Señor por todos nosotros. Es por eso que el escritor inspirado escribió “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros” (1 Juan 4:11).

Es muy triste cuando algunas personas usan estas tres palabras como una especie de escudo. “Oh, bueno, Dios es amor, así que él perdonará todas las cosas malas que hago porque Él me ama.” “Oh, sé que Dios es amor, y Él no nos castigará en el Día del Juicio, eso es sólo algo que la gente dice para asustar a los demás.” “Oh, ¿cómo un Dios amoroso enviará Su creación al fuego eterno si Dios es amor?”

No usemos esas tres palabras como excusa para continuar una vida pecaminosa, esperando que, al final, debido a Su amor hacia nosotros, seremos perdonados. Tener esas palabras en un bonito marco o placa en nuestra pared será un buen recordatorio, pero vivir de acuerdo con Su voluntad es lo que importa.

Al saber que esta carta fue escrita a Cristianos, también sabemos que ellos ya “permanecen en Él”, pero ¿cómo puede un no-Cristiano permanecer en Él? ¿Cómo pueden llegar a ser Cristianos? El apóstol Pablo nos ayuda a responder a esas preguntas,

“pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”

Gálatas 3:26-27.

Sólo después de que una persona obedece el Evangelio (es bautizado por el perdón de sus pecados, Hechos 2:38) se convierte en Cristiano, no antes, no importa cuántas veces lo diga o siga diciendo “Dios es amor”. Sólo los Cristianos pueden decir con denuedo, como lo hizo Juan,

“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”

1 Juan 4:16.

Dios es amor, eso es un hecho. Él te ama. Él me ama. Él quiere que estemos de vuelta con Él, para siempre. Si aún no eres Cristiano, nos encantaría hablar y estudiar contigo. Por favor, no retrases tu oportunidad de conocer y creer el amor de Dios al ser parte de este a través de tu obediencia a Su voluntad. ¡A Dios sea la gloria hoy y siempre!

Leave a Reply